Uno de los grandes retos de mi vida personal, culminado mis estudios universitarios en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de San Agustín, en el año 1994, era trabajar en la Región Cusco. Sin embargo, por motivos del destino se dio la posibilidad de trabajar en la Región Apurímac. Al principio, mientras hacía mí llegada a la ciudad de Abancay iba pensando cómo me iría en ese lugar, pero, lo primero que tenía que hacer era lograr una plaza en mi especialidad de Ciencias Sociales, para ello contaba con una constancia del puntaje obtenido en el Concurso Nacional de 1999. El asunto era acceder a una plaza en mi especialidad, en vista que no había alcanzado plaza en la Región Arequipa , y la posibilidad de nombrarse era la de cubrir una plaza en otras regiones que no habían sido quedado desiertas.
Y volviendo de nuevo al relato de una parte de mi vida personal, tal como lo había vislumbrado logré el nombramiento en mi especialidad en el puesto N° 8 de un total de 15 plazas existentes en mi especialidad. La plaza adjudicada según el ranking fue en el Distrito de Pocohuanca, comprensión de la provincia de Aimaraes, Región Apurímac. Había posibilidades de otros distritos Andahuaylas y Chincheros, pero por razones de azar del destino escogí la Provincia de Aymaraes. Por ejemplo, por tradición histórica hubiera elegido la provincia de Andahuaylas, lugar donde tuvieron su asiento los legendarios Chancas, conjunto de tribus que por su belicosidad han pasado a la historia como uno de los pueblos más aguerridos y rebeldes del Perú antiguo. Sin embargo, tomé la decisión adjudicar la plaza en Aymaraes; y según lo que decían algunos docentes abanquinos, era la zona más pobre de la Región Apurímac.
Luego, después del nombramiento, tuve que trasladarme a Chalhuanca, capital de Aymaraes, a recoger el Oficio de Posesión de Cargo. Esta diligencia fue breve, bien tuve el documento en mis manos, retorné por la carretera (Lima - Nazca – Puquio – Chalhuanca - Abancay), quedarme en el lugar de Santa Rosa, a mitad de carretera a Abancay. En este cruce estuve esperando la movilidad que me llevara a Huancapampa (carretera a Antabamba, otra de las provincias de la Región Apurímac ). Una vez llegado a ese lugar, preguntando me dijeron que debía subir cuesta arriba un camino que se vislumbraba en zig zag, cerro arriba. La geografía de toda la zona era la misma, es decir, el río Antabamba, cuyo cauce estaba encajonado por cerros accidentados cubiertos de vegetación como la retama, el maguey, el huarango, la tara , etc.
Conforme iba llegando a la mitad de mi camino, me encontré cerca del camino con una cabaña (nombre que se designa a una vivienda aislada del pueblo). Mi presencia por el caminó llamó la atención de los perros que custodiaban la casa. Y como era de esperarse, la dueña de la cabaña me preguntó: ¡Wiracocha!, ¡A dónde vas! Mi respuesta fue: ¡ a Pocohuanca ¡ Me dijo: ¡Espérame, yo también voy! Y juntos enrumbamos por el zigzageante camino, conversando animadamente sobre el motivo de la visita, mi origen y todo lo demás. En un momento, conforme iba caminado, llegado un momento, me dijo. Vamos por este otro camino, vamos a cortar; además este camino es tendido (poco empinado). Y yo ni corto ni perezoso, la seguí. Sin embargo, la tarde daba lugar a la noche. Y yo preguntaba: ¡ Falta mucho! ¡No, aquí nomás a la vuelta del cerro está el pueblo!
Pocohuanca, cuando llegamos era un pueblo que estaba ubicado en la ladera de un cerro; sus casas eran de adobe, con techo a dos aguas y paja. Había algunas viviendas con techo de calamina, pero, la gran mayoría de ellas eran de adobe y paja. La gente, muy amistosa, bastante cordial con los extraños; donde la comunicación era en castellano o quechua.
Un pueblo encantador y hospitalario; lo único malo era la distancia. Desde Abancay hasta Santa Rosa, 02 horas; de Santa Rosa a Huancapampa, 02 horas; y de Huancapampa, cerro arriba y a pié, 02 horas a buen ritmo.
Esa tarde, oscureciendo, no pude ubicar al Director del Colegio Secundario de Menores “Variante Agropecuario” de Pocohuanca. Dizque, había viajado al Área de Coordinación (A.D.E.) de Chalhuanca a realizar trámites documentarios. Y mi preocupación fue en dónde alojarme. Felizmente, la señora que me acompañó en el camino, me dijo que si lograba encontrar alojamiento, podía buscarla, y que podía proporcionarme alojamiento. Y eso es lo que sucedió, conforme trascurría las horas.
Esa noche, cansado por el viaje, pensaba en mi plaza; pensaba que iba a ser de mi vida en un lugar desconocido y fuera de mi Arequipa querida. Sin embargo, debía de continuar con la meta de hacer carrera docente fuera de mi tierra.
En 1999, fecha en que inicié mi carrera como docente en el nivel secundario. A partir de ese instante mi desempeño como docente fue fructífera, a criterio y juicio personal, creo que cumplí con el afán de ser un docente con muchas ganas de trabajar, un docente entusiasta en la labor de apoyo comunal. Y sobre todo aprendí que no importaba el lugar donde me encontraba trabajando, sino el hecho de plasmar lo que había aprendido en las aulas universitarias.
Sin embargo, en muchos momentos pensaba que sería muy feliz si lograba retornar a mi ciudad natal. Pero, el camino de retorno era difícil. Primero tenía que cumplir el año de permanencia en el cargo. Juego, si la suerte me acompañaba, buscar la reasignación interregional.
La suerte no estaba lejos, esto se dio en el año del 2001, el sueño de trabajar en Arequipa se había cumplido. Aunque, cuando viajé a conocer la plaza, el viaje por carretera desde Arequipa a comunidad de Ispacas duró 09 horas, lugar, perteneciente al Distrito de Yanaquihua, provincia de Condesuyos, Región Arequipa. Sin embargo, para mayor información es preciso mencionar que el distrito de Yanaquihua, es uno de los ocho distritos que conforman la provincia de Condesuyos en la Departamento de Arequipa, perteneciente a la Región Arequipa en el Perú.
Sin embargo, como el rol del docente no solamente es laborar, sino investigar el lugar, se ha recopilado información al respecto. Para ello, tenemos el relato de la siguiente historia.
Según tiempos anteriores a la conquista española la comarca estuvo habitada por los Arunis. El nombre del distrito viene de dos palabras 'Yana', que significa negro y 'quihua' (quinua), trraducido literalmente por "enfermedad a manera de pequeños granos de quinua", quizás como recuerdo de la peste Negra, cuya epidemia causó estragos a la población de Huamanmarca entre los años 1640 y 1650 (Leyenda del Manchaypuito).
Por ello, el pueblo de Ispacas representa un espacio laboral muy importante, marcó el inicio de una nueva etapa en otro colegio, y con otra realidad social, económica y cultural distinta de la Apurímac.
La comunidad campesina de Ispacas, es un pueblo que está habitado en su gran mayoría por gente sencilla y hospitalaria. Depende de las aguas de los deshielos del nevado del Coropuna, mediante puquios y manantiales. El pueblo se encuentra ubicado al pie del majestuosos cerro Cuyo-Cuyo.
Al pueblo de Ispacas se conoce por la producción de vino artesanal y la explotación artesanal de oro. También se le conoce por la leyenda del “Manchad Puytu” o tal vez “Manchay Phuyñu” que significa en quechua “Cántaro Encantado”, leyenda que dio origen al pueblo de Ispacas, y que según la misma, pobladores de Wamanmarka (parte alta del Distrito de Andaray) huyeron a Yanakiwa y Andaray aterrorizados por un acontecimiento sucedido en el siglo XVII, en la parroquia de Wamanmarka, cuando el cura Gaspar Angulo Valdivieso frente a la muerte de su amada Rosa Anita Tellez, practicó la necrofilia y rindió un homenaje post morten a su amada, con una nación que había brotado del más hondo sentimiento de su corazón, acompañado de una quena sumergida en un cántaro con un poco de agua y una guitarra las dolientes letras del “Manchay Puytu”, canción que acompañó al pueblito de Wamanmarka por varios días, hasta que una noche se escuchó y acompaño el silencio. Algunos días después un olor nauseabundo invadió la comarca, hasta el punto que la población quedó seriamente afectada, acontecimiento que obligó a los pobladores a abandonar el lugar y dirigirse a Yanaquihua, Andaray e Ispacas, y de allí el término “ISPACAS”, que deriva de la palabra “Escapas”, “Ispacas”.
Ispacas, además, es un termino que se denomina a la bandera que es el símbolo de fiesta: EL WIFALA, el cual es una danza de paseo y despedida del carnaval, los jóvenes se reúnen por las noches cantando y bailando, muchas veces le cantan a su pareja o a la que fue su pareja o enamorada. Los varones llevan en su mano una bandera para poder flamear y el color lo escogen a su gusto, llevándola con mucha destreza cantando y bailando como símbolo de alegría e igualdad, tratando de impresionar a las Warmillas es decir, a las bellas chicas de la comunidad, y cuya letra de la canción es un clamor del pueblo en la concretización del Proyecto Arma, que dotará de agua a las irrigaciones de los Distritos de Chuquibamba, Andaray,
La vestimenta que hemos hecho alusión en la danza del wifala es la misma que actualmente tiene la población femenina de la comunidad de Ispacas.
Un pueblo que tiene también como lugar arqueológico a las pinturas rupestres de Pintassayoc, ubicada a 1 hora de Ispacas, el cual se ubica en la quebrada del mismo nombre.
En este lugar acogedor y extravagante, por los bellos paisajes como Sinchi, Chiuca, La Barrera ; lugares arqueológicos como la ciudadela inca de “Marcamala” me desempeñé como docente por espacio de 6 años. Desde julio del 2001 hasta mayo del 2007.
La verdad fue una experiencia fructífera en la labor docente, por cuando, la idea de involucrarme en sus costumbres y tradiciones fue realmente gratificante. Sin embargo, era necesario aminorar la distancia y lograr la unidad familiar, el cual había buscado desde el cumplimiento de mi permanencia, y las constantes reasignaciones a la UGEL Norte , Sur e inclusive a la UGEL Caylloma. Sin embargo, en muchas oportunidades tuve que resignarme a quedarme un año más.
Empero, quedaban la posibilidad de lograr una plaza en la jurisdicción de la UGEL Arequipa Sur. La suerte de nuevo estuvo de mi parte, a partir 2007 adjudiqué plaza en la especialidad de Ciencias Sociales, en la Institución Educativa Nº “40217” de la comunidad de Salinas Huito, comprensión del Distrito de San Juan de Tarucani, Provincia de Arequipa.
En este lugar se encuentra Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, y el acceso a este lugar es a través de la Carretera Arequipa - Chiguata – Puno, a 75 Km ., aproximadamente, carretera no carrozable (2 horas y media).
En la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca existen 358 especies de plantas que tienen gran valor para los pobladores locales pues muchas de ellas las utilizan como medicina, combustible, alimento o brebajes de ritos mágicos o religiosos. En este territorio se distinguen cinco tipos principales de vegetación: Pajonal de Puna o pastizal alto andino: Ocupa la mayor parte del territorio de la reserva y se presenta como una pradera alto andina con clara dominancia del ichu, tolares, bofedales, yaretales, queñuales, etc. Y una riquísima fauna fauna típica de la puna seca de América del Sur, constituida por 179 especies de vertebrados: 24 especies de mamíferos, 144 de aves, 4 de anfibios, 4 de reptiles y 3 de peces. Entre los mamíferos destacan la vicuña, que es la especie silvestre de mayor importancia económica en la zona; el guanaco, especie en peligro de extinción. Por su parte, los carnívoros de la zona son el zorro andino, el zorrino, el gato montés y el puma, etc. Las aves constituyen otro grupo muy abundante (144 especies) que habita principalmente en la lagunas de Salinas y El Indio - Dique de los Españoles, lugares de nidificación y refugio para estas especies. Entre ellas destacan la parihuana común, la huallata, el pato cordillerano, etc.
En este lugar de puna laboré hasta el año 2009, fecha en que conseguí la reasignación a la la ciudad de Arequipa , y en la que actualmente estoy laborando como docente por horas en la especialidad de Ciencias Sociales, turno tarde.
A manera de comentario final, mencionaré que a lo largo de mi carrera como docente conocí diversas realidades sociales, económicas y culturales que me ha permitido reforzar el conocimiento de la historia, la geografía, y sobre todo conocer las costumbres y tradiciones de cada pueblo.
Creo que se recorrió poco. Desde el pueblo de los aguerridos Chancas, el pueblo de los Arunis y la bonita experiencia de estar trabajando en la R.N .S.A.B. Y creo que el camino por recorrer es mucho. Desde 1999 hasta la fecha, tengo 11 años de servicio. Pero, a pesar de ser joven en la carrera docente, estamos convencidos que conforme pasen los años seguiremos afianzando nuestro perfil profesional, el cual ha de servir como soporte a nuestro conocimiento local, ragional y nacional.
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